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La piel como reflejo de nuestra salud integral

La piel no es solo una capa que nos protege del exterior; es el órgano más grande del cuerpo y uno de los principales reflejos de lo que ocurre en nuestro interior.

Cambios hormonales, estrés crónico, inflamación, descanso insuficiente o desequilibrios digestivos pueden manifestarse en forma de acné, sequedad, sensibilidad, rosácea o envejecimiento prematuro.

Por eso, en Nerea creemos que el cuidado de la piel va mucho más allá de aplicar productos: implica atender el bienestar integral.

Desde la ciencia, se reconoce la existencia del eje intestino–piel, una conexión bidireccional entre el sistema digestivo, el sistema inmunológico y la piel. Estudios han demostrado que una microbiota intestinal desequilibrada puede favorecer procesos inflamatorios sistémicos que se reflejan en la piel, aumentando la incidencia de afecciones como acné, dermatitis atópica o psoriasis. Cuando el intestino está inflamado, la piel suele “hablar”.

Estrés 

Factor clave. Cuando vivimos en estado de alerta constante, el cuerpo libera cortisol de forma sostenida. Este aumento de cortisol altera la función barrera de la piel, incrementa la pérdida de agua transepidérmica y favorece la inflamación cutánea.

A nivel celular, el estrés oxidativo acelera el envejecimiento de la piel, afectando la producción de colágeno y elastina.

Sueño 

También cumple un rol fundamental. Durante el descanso profundo, la piel activa procesos de reparación celular, regeneración tisular y producción de colágeno. Dormir menos de lo necesario se ha asociado científicamente a una piel más apagada, con mayor sensibilidad, aparición de líneas finas y menor capacidad de recuperación frente a agresores externos.

Emociones

Influyen más de lo que solemos creer. La piel y el sistema nervioso comparten el mismo origen embrionario, lo que explica por qué estados emocionales prolongados como ansiedad, tristeza o tensión pueden expresarse a través de brotes, enrojecimiento o picazón. La piel no solo reacciona a lo que tocamos, sino también a lo que sentimos.

Skincare holístico 

Desde una mirada integral, el bienestar se construye con hábitos diarios: alimentación equilibrada, hidratación adecuada, manejo del estrés, descanso reparador y movimiento consciente. Cuando estos pilares están en equilibrio, la piel recibe mejores nutrientes, oxígeno y señales hormonales adecuadas para funcionar correctamente.

Por eso, el verdadero cuidado de la piel comienza desde adentro. Los cosméticos y tratamientos son aliados valiosos, pero su efecto se potencia cuando el cuerpo está en armonía.

Escuchar a la piel, entender sus señales y atender el bienestar interno es la base de una piel feliz y saludable.

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